Entrevistas a las Trabajadoras Sociales en su día

Fuente: http://www.diariomarca.com.ar/noticias/2009/07/01/2-de-julio-dia-del-trabajador-social-argentino/

El 2 de Julio se conmemora en la Argentina el día del Trabajador Social, fecha establecida en el año 1961. Ésta es elegida por la liturgia católica, dado que ese día se recuerda la Visitación de la Virgen María; estimándose que ello se relaciona con la influencia de la tradición católica de la época en la formación profesional.
El Trabajador Social, la Trabajadora Social, es un/a profesional facultado/a para promover la participación organizada de personas, grupos y comunidades para mejorar su calidad de vida; realizar tareas tendientes a prevenir la aparición de problemas sociales y/o de sus efectos; capacitar
y orientar a individuos, grupos y comunidades para el empleo de sus propios recursos en la satisfacción de sus necesidades; elaborar, conducir, ejecutar, supervisar y evaluar planes, programas y proyectos de acción social; entre otras acciones.


Por este motivo les presentamos a nuestras Trabajadoras Sociales, Mujeres muy queridas por todas nosotras, Mujeres luchadoras, comprometidas.
Nosotras las conocemos, aquí va una muestra de la calidad de Alicia Nuñez y Lía De Ieso. Para que ahora las conozcas vos…. ¡¡¡Feliz Día!!!


Lic. Alicia Nuñez
¿Cómo es que surgió tu vocación por el TS?
Llevaba ya muchos años desempeñándome como profesora en nivel secundario en barrios populares del Partido de La Matanza cuando reconocí que mi preparación como docente era incompleta para desempeñarme en la “escuela de la década del 90”, donde se manifestaba claramente el aumento
enorme de la desigualdad, fruto de las políticas neoliberales implementadas en ese momento. Ver las innumerables barreras que los chicos atravesaban todos los días y que los condenaban a desertar de la escuela y a seguir reproduciendo el dolor, la injusticia y la pobreza en sus vidas, me hacía sentir impotente. Consideré entonces la necesidad de buscar herramientas que me ayudaran a enfrentar el desafío de “resistir” ese momento en mi tarea y acompañar a mis alumnos de una manera más integral. En ese contexto llegué ya siendo adulta a la Universidad, y fui enamorándome de la carrera cuando comencé a transitarla.
Hacer una carrera universitaria siendo adulta, también fue parte de otro desafío que quiero destacar, no como ejemplo, sino como testimonio de que “nunca es tarde”, cuando deseamos algo verdaderamente.

¿De qué manera el Trabajo Social aporta al acompañamiento de las mujeres?
El Trabajo Social se asienta en el objetivo de facilitar que las personas desarrollen plenamente sus potencialidades y amplíen sus capacidades y libertades. Entonces acompañar a las mujeres desde ese lugar, implica cooperar con ellas en el mejoramiento de su calidad de vida, favoreciendo la creación de las condiciones necesarias para satisfacer sus necesidades, a partir del reconocimiento y el goce pleno de sus todos sus derechos.
Me gustaría aprovechar la ocasión para remarcar este objetivo, que es el que sustento en el ejercicio de la profesión y que se diferencia de la idea con la cual generalmente se identifica a las/los Trabajadores Sociales como “proveedores” para ayudar a solucionar las necesidades materiales exclusivamente.
¿Concretamente, cuál es tu tarea en Puerta Abierta Recreando (PAR)?
Si bien las actividades más conocidas que se identifican con mi profesión son las entrevistas, las visitas domiciliarias y los informes sociales, el desempeño del rol profesional no se agota en ellas. En este año y medio que hace que me incorporé al equipo de PAR, realicé tareas relacionadas con la
prevención, la promoción y la asistencia de las mujeres que se acercaron a nosotras. También participé en la elaboración y diseño de diversos proyectos a nivel Institucional.
Encarar la profesión desde una posición y no desde un rol rígido, sumado a la dinámica propia de PAR, me permite el desarrollo de una multiplicidad de tareas que no están concretamente explicitadas, ya que dependen de las necesidades de las mujeres a las que acompañamos o a los nuevos proyectos
que surgen.

¿Cuál es para vos el sentido que tiene esta tarea?
Generalmente son barreras difíciles de salvar las que se presentan en la vida de las mujeres, y para sortearlas es necesario para ellas transitar un camino dificultoso y lleno de miedos y angustias. Por lo tanto, formar parte de un equipo que brinde apoyo en esos difíciles momentos le da sentido a
mi tarea ya que creo firmemente en la efectividad de las Redes, entendidas como “lazos” que poseen atributos de contención,  sostén, posibilidad de crecimiento, fortaleza, etcétera. Te pedimos una reflexión sobre el tema de trata y la campaña de prevención que pronto se lanzará.
Muchas veces creemos que todo le pasa “al otro” por alguna razón y que nosotras/os no tenemos responsabilidad de que así sea, y lo que es peor que no tenemos posibilidades de cambiarlo. No nos damos cuenta que naturalizando la violencia de género y a la mujer como un objeto de
mercado que puede venderse y comprarse, nos hacemos sin quererlo cómplices de las redes de trata de personas, que son hábiles para aprovechar esta situación.
Para lograr erradicarlo, es de vital importancia que todos y todas tomemos conciencia de nuestra responsabilidad ante este delito aberrante modificando algunos condicionamientos culturales que nos perjudican y ponen a nuestros niños/as y jóvenes en peligro. Nuestra campaña es un valioso aporte para lograr esa toma de conciencia.

¿Cuál es tu sueño mayor como Trabajadora Social?
“Lo malo de la familia humana es que todos quieren ser el padre” dice Mafalda. Este pensamiento en el contexto de la estructura patriarcal en la que está inserta nuestra sociedad tiene un significado especial. Mi sueño es que eso cambie y lo que prime entre nosotros sea la HUMANIDAD y dejando de lado egoísmos, prejuicios, luchas de poder y ambiciones personales, nos dispongamos a trabajar juntos para lograr la transformación y que llegue el día en que la prevención venza a la asistencia.

Lic.Lía De Ieso
¿Cómo surge tu vocación por el trabajo social?
Cuando era adolescente, cerca de los 13 o 14 años se me cruzó la idea de estudiar Trabajo Social, sin saber bien lo que era. Después, antes de terminar la secundaria comencé a participar en un grupo de la escuela a la que iba, en el que visitábamos diferentes tipos de instituciones, como geriátricos, neurosiquiátricos, hogares de niños/as, algunas comunidades en otras provincias, entre otras, y así fui confirmando que eso me gustaba, me interpelaba, me cuestionaba y que podía ser lo que podría estudiar y dedicarme a eso. También antes de terminar fui a conocer trabajadoras sociales que
se desempeñaban en diferentes espacios, para que me cuenten de qué se trataba. Fue interesante ese recorrido. Y así que ni bien terminé el secundario comencé a buscar donde estudiar. Hoy en día estoy muy conforme y contenta con la profesión que elegí.

¿De qué manera el trabajo social aporta al acompañamiento de las mujeres en situación de prostitución?
Creo que el trabajo social aporta a tener una visión global de la mujer y la problemática mayoren la que está inserta, y también considera el modo de aproximarse a la mujer. Por lo tanto, creo que sus aportes pueden ser tanto en la comprensión de la problemática a nivel social, como de la mujer dentro de ese contexto y también cuestiones que tienen que ver con cómo acercarnos y trabajar con la mujer. Desde ya que es interesante trabajar en equipo y poder intercambiar lecturas de la realidad.

¿Cuál es tu experiencia respecto de este tema con las Hermanas Oblatas?
Cuando trabajábamos en La Matanza, si bien no nos centrábamos en trabajar con mujeres en situación de prostitución, atendíamos a mujeres que sufrían violencia familiar, y desde ahí comencé, con la orientación de la visión de las Hermanas que ya venían trabajando en el tema, a observarlo y  prestar atención, e intentar comprender y analizar la situación de algunas mujeres del barrio en el que trabajábamos, en las cuales la prostitución aparecía generalmente invisibilizada. Ahí ya empecé a pensar e intentar comprender la situación de las mujeres. Después en el año 2010 viaje a Brasil y estuve un tiempo trabajando en un proyecto de las Hermanas Oblatas en Salvador, Bahía. Ahí aprendí muchísimo, a partir del contacto con las mujeres que me recibieron y acogieron, compartiendo sus experiencias; de las Hermanas que me orientaban, explicaban y guiaban en mi esfuerzo por comprender y también del equipo de trabajo con el cual compartíamos experiencias, inquietudes, aprendizajes. Ahora voy acompañando en el camino de Puerta Abierta desde diferentes lugares. Sigo aprendiendo, preguntándome, preguntando, intentando ver la realidad y acercarme a ella desde la comprensión y también compartir y aportar algo de la experimentado y aprendido.

¿Cuál es para vos el sentido que tiene la tarea con mujeres en situación de prostitución?
No es una pregunta fácil. Con cada mujer también tendrá su particularidad en función de que cada una esté necesitando y buscando. Pero, creo que es importante poder ofrecer un espacio en la cual la mujer pueda encontrarse consigo misma y con otras desde su ser persona, intercambiando, pensándose, encontrando otras personas con las que poder estar, reflexionar y compartir sintiéndose acompañada y escuchada, considerada, valorada y no juzgada. Todas necesitamos esto. Después también creo que es importante poder favorecer lo que llamamos procesos de empoderamiento, que la mujer pueda ir tomando decisiones y acompañar en aquellas que haga falta, conociendo y re-descubriendo sus derechos y sus posibilidades y recursos –tanto del contexto como internos– y que pueda apropiarse de los mismos y emplearlos para su mejor vivir. La cuestión de las posibilidades de trabajo es central, e implica la necesidad de diseñar diversas estrategias. Y desde aquí pasamos también a aspectos de las políticas públicas que hacen a las posibilidades de garantizar derechos básicos. Hay una responsabilidad colectiva en esto. No podemos ver sólo a la mujer, sino a las cuestiones estructurales que hacen a la problemática y también a todas las representaciones y prácticas asociadas, tanto de mujeres como de varones. Estos puntos también son necesarios de considerar. La cuestión es mucho más amplia que las mujeres y esto es central tenerlo en cuenta en este trabajo.

¿Cuál es tu sueño mejor como trabajadora social?
No tengo un sueño en particular. Gran parte de lo que soñaba lo voy haciendo. Lo que deseo es siempre hacer mi trabajo con pasión, coherencia y con la presencia que deviene de la consideración de la dignidad de cada persona. Sorprendiéndome, aprendiendo, y aportando donde haga falta, a que podamos vivir con mayor dignidad todas y todos.

¿Querés agregar algo más o enviar un mensaje a las mujeres?
Que sigamos luchando por vivir mejor cada día, que busquemos ayuda, que defendamos nuestros derechos, que nos animemos a realizar nuestros anhelos más profundos. Que siempre nos demos otra oportunidad